Los precios del oro (XAU/USD) continuaron su impulso alcista, alcanzando alrededor de $3090 durante las primeras operaciones asiáticas del lunes. El metal precioso se mantiene cerca de máximos históricos, impulsado por los temores de una guerra comercial mundial tras las últimas medidas arancelarias del presidente estadounidense Donald Trump. La semana pasada, Trump anunció un arancel del 25% sobre automóviles y camionetas ligeras importados, a partir del 3 de abril, que se suma a los aranceles existentes sobre el acero y el aluminio. Esto ha intensificado la incertidumbre económica, impulsando la demanda de oro como activo refugio seguro
Las preocupaciones sobre la inflación impulsaron aún más el repunte del oro. Los datos de la Oficina de Análisis Económico mostraron que el Índice de Precios de los Gastos Básicos de Consumo Personal (PCE) de EE.UU. subió un 0,4% en febrero, superando el 0,3% esperado. Sobre una base anual, el PCE subyacente subió al 2,8%, lo que sugiere presiones inflacionarias persistentes. Además, las agresivas políticas comerciales de Trump han generado preocupaciones sobre una posible estanflación, debilitando el dólar estadounidense y haciendo que el oro sea más atractivo para los inversores.
Los participantes del mercado están observando de cerca el próximo informe del PMI Manufacturero ISM de EE.UU. para marzo, programado para su lanzamiento el martes. Un resultado más fuerte de lo esperado podría impulsar al dólar estadounidense y limitar el potencial alcista del oro. Sin embargo, las tensiones geopolíticas ya han estimulado una importante demanda de oro por parte de los inversores. Durante el fin de semana, surgieron informes de que la administración Trump está considerando aranceles más amplios, lo que aumenta aún más el interés por los refugios seguros. Trump también expresó un fuerte descontento con el presidente ruso, Vladimir Putin, y amenazó con imponer aranceles importantes al petróleo ruso, junto con una posible acción militar en Irán. Su advertencia al presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, sobre los acuerdos críticos de minerales de tierras raras solo ha aumentado las ansiedades del mercado.
El repunte del oro también fue respaldado por los datos de inflación de Estados Unidos, que mostraron que el gasto del consumidor aumentó un 0,4% en febrero. El ingreso personal creció un 0,8%, y la encuesta de sentimiento del consumidor de la Universidad de Michigan reveló expectativas de inflación en su nivel más alto en más de dos años. Si bien la economía estadounidense enfrenta una desaceleración del crecimiento, una inflación persistente y riesgos de estanflación, estos factores han llevado los precios del oro a nuevos máximos.
Los últimos datos del Índice de Gerentes de Compras (PMI) de China mostraron una ligera recuperación, con el PMI Manufacturero aumentando a 50.5 y el PMI No Manufacturero aumentando a 50.8. Sin embargo, estas cifras tuvieron un impacto mínimo en los precios del oro, ya que las preocupaciones sobre la inestabilidad económica mundial superaron las modestas mejoras de crecimiento de China.
El oro al contado superó los 3.100 dólares la onza, alcanzando un récord de 3.128, 06 dólares antes de establecerse en 3.117, 29 dólares la onza a las 1307 GMT. El repunte en curso ha impulsado al oro a subir casi un 19% este año, luego de una ganancia del 27% en 2024. La demanda sigue siendo sólida, respaldada por las compras de los bancos centrales, las políticas monetarias favorables y las mayores incertidumbres geopolíticas. Los analistas de Goldman Sachs elevaron su pronóstico de oro para fin de año de 2025 a 3.300 dólares la onza, con condiciones extremas del mercado que podrían impulsar los precios por encima de los 4.200 dólares. Bank of America también revisó sus pronósticos, proyectando que el oro promediará 3.063 dólares en 2025 y 3.350 dólares en 2026.
En conclusión, el aumento récord del oro refleja las ansiedades profundamente arraigadas del mercado por los conflictos comerciales, la inflación y la inestabilidad económica. A medida que las medidas arancelarias de Trump surten efecto y aumentan las tensiones geopolíticas, la demanda de oro como cobertura contra la incertidumbre continúa aumentando. Si bien las fluctuaciones a corto plazo siguen siendo posibles, los analistas predicen una tendencia alcista sostenida para el metal precioso en el futuro previsible.