Tensiones Comerciales y Ajustes de Política del BCE

El par EURUSD luchó por mantener el impulso alrededor de 1,0835 en las primeras operaciones europeas del lunes, ya que las preocupaciones sobre una guerra comercial global pesaban sobre los activos sensibles al riesgo como el euro. Los inversores esperan datos económicos clave, incluidas las cifras de Producción Industrial de Alemania y el índice de Confianza de los Inversores Sentix de la eurozona, para una mayor dirección del mercado. A pesar de mantenerse por encima del Promedio Móvil Exponencial (EMA) de 100 días, el par enfrenta resistencia en 1.0900, con ganancias adicionales hacia 1.0936 y 1.1000 posibles si continúa el impulso alcista. Sin embargo, el Índice de Fuerza Relativa (RSI) en 71,30 señala condiciones de sobrecompra, lo que sugiere una posible consolidación.

El euro comenzó la semana con una nota positiva, alcanzando 1,0860 en la sesión asiática, impulsado por las expectativas de una desaceleración económica en EE.UU. La presidenta de la Fed de San Francisco, Mary Daly, destacó la creciente incertidumbre empresarial, que podría amortiguar la demanda, aunque descartó cambios inmediatos en las tasas de interés. Además, los datos de Nóminas no agrícolas (PFN) estadounidenses más débiles de lo esperado mostraron un crecimiento del empleo de solo 151.000 en febrero, por debajo de los pronósticos y ejerciendo una mayor presión sobre el dólar estadounidense.

 

Mientras tanto, el secretario de Comercio de Estados Unidos, Howard Lutnick, reafirmó que es poco probable que se pospongan los aranceles del 25% sobre las importaciones de acero y aluminio, que entrarán en vigor el miércoles. Si bien estos aranceles tienen como objetivo apoyar a las industrias nacionales, también podrían aumentar los costos para los fabricantes, alimentando la incertidumbre del mercado y potencialmente limitando el alza del euro.

 

Por el lado europeo, las reformas fiscales propuestas por Alemania proporcionaron cierto apoyo al euro. El gobierno anunció planes para revisar su política de freno de la deuda, aumentar el gasto en defensa y lanzar una iniciativa de infraestructura de €500 mil millones para estimular el crecimiento económico. Además, los líderes europeos acordaron impulsar los presupuestos de defensa, fortaleciendo las perspectivas económicas de la región.

 

El Banco Central Europeo (BCE) implementó recientemente un recorte de tasas de 25 puntos básicos, lo que indica un cambio hacia una política monetaria menos restrictiva. Aunque se esperan recortes adicionales, el BCE está adoptando un enfoque cauteloso, considerando el impacto del estímulo fiscal y la mejora de las condiciones económicas. Los analistas ahora ven una menor probabilidad de que las tasas caigan por debajo del 2%.

 

Tras la decisión del BCE, el euro subió, con el EURUSD subiendo a 1,0825, marcando una ganancia semanal del 4,33%. El banco central ahora enfrenta un delicado acto de equilibrio: si bien los aranceles estadounidenses podrían justificar nuevos recortes de tasas, la expansión fiscal de Europa podría reducir la necesidad de una flexibilización monetaria agresiva. Se espera que el compromiso de Alemania con el gasto en infraestructura y defensa respalde el crecimiento a largo plazo, lo que podría impulsar la inflación por encima de lo que sugieren las previsiones actuales.

 

Si bien los efectos completos del estímulo fiscal pueden tardar en materializarse, la confianza de los inversores podría mejorar aún más si disminuyen las tensiones geopolíticas. Un posible alto el fuego en Ucrania podría acelerar el gasto y la inversión, reforzando la fortaleza del euro en los próximos meses.